jueves, 28 de julio de 2011

Manual de instrucciones (o las posibles trampas de una novela)



......................................................................................................................................................A Mayra




En la ejecución del trabajo literario existe bifurcaciones: la primera es la intención semántica, es decir el tema a tratar, la otra sería la intención formal o de enunciación, es decir el estilo. En estos dos polos, siempre conjuntos radica la belleza del texto. Alfonso Reyes lo explicó de una manera bastante didáctica- pero con un estilo que de tan particular asombra- sentenciando en su ensayo “Apolo o de la literatura” que sin intención formal sólo hay recursos aprovechables, buenos temas para contar y nada más.
......Ésta sentencia, me atrevería afirmar, fue muy entendida para los escritores del Boom y los que vinieron después. El recurso imprescindible de la enunciación fue uno de los recursos estilísticos de los cuales se valieron dichos escritores: basta dar un vistazo La muerte de Artemio Cruz de Carlos Fuente o Rayuela de Cortázar, para entender la diégesis rota, la transformación de tiempo y espacio, la intromisión de diversos narradores y planos alterables. Este manejo del discurso es lo que de alguna manera atrapa al lector a la vez que lo repele; da una sensación de resquebrajamiento pero de asombro, una curiosidad que invita a caminar por los vericuetos trazados de la mano del autor-escritor.

......Con M de Marilyn es uno de esos extraños rompecabezas donde el lector suple la función de constructor, y pieza tras pieza arma y desarma, acomoda quicios despostillados, recorta notas inconclusas y busca en un mar de diálogos las cabezas que lo dicen. Heredia ha querido construir una caja de retazos más que un libro, nos has dado además pegamento y tijeras en un discurso bien armado, de periodista, que recordará algunas frases largas de Márquez.

......En Con M de Marilyn el lector encontrará un desmadejamiento tanto formal como semántico. Marilyn Monroe, entre los avatares que sufren los últimos años de su existencia, visita México. José Baños, un frustrado cineasta mexicano, admirador a ultranza de la actriz, trazará un plan definitivo para estar lo más cerca posible y comentar sus posibles proyectos a futuro. Ambos personajes enlazarán sus historias, tan paralelas y distintas, en los peores momentos de sus vidas; buscando en la fugacidad del instante recomponer sus presentes marcadas por el terrible pasado que les ha tocado afrontar.
......A través de analépsis y prolepsis, de divertidos empleos de jergas, y altos pasajes llenos de erotismo, la novela discurrirá en un tono de frases largas, en un lenguaje riguroso de toque periodístico, donde la pauta de las constantes alternancias de espacio y tiempo las dará el cierre de los párrafos. Los primeros trazos de prolepsis ayudan adentrarse de lleno a la historia para después entenderla a través de constantes regresiones y guiños cómplices del narrador. La novela da fin con la muerte de Monroe y el oscuro futuro en ciernes que le espera a Baños, entendiendo al fin los problemas que embargaron a la actriz y la llevaron a su posible muerte.

Rafael Ramírez Heredia (2003).
Con M de Marilyn,
Punto de lectura, México.

2 comentarios:

  1. Es cierto, es necesario ser cuidadoso con la forma. Pero, creo, no debe ser más importante que lo que el escritor quiere o necesita decir. Sino, la obra puede resultar en mero experimento que sólo sería llamativa por su exterior y el escritor puede quedar atrapado en un papel parecido al Dr. Frankestein de Mary Shelley.

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  2. Se presta para un buen debate. Pienso la literatura como una rama mas del arte y me fascina tratar de encontrar puntos de conexion con las otras ramas, artes plasticas, musicales, teatrales.
    Cada una de estas tiene su propia especificidad, pero el "ejecutante" se enfrenta a los mismos desafios y conflictos a la hora de crear.
    En fin, un post muy constructivo el suyo.

    Un gran abrazo!

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